ESCUCHA A TU CORAZÓN

Ábrelo, no estés tan prieto. Abre tu corazón, SIÉNTELO, escúchalo, mímalo, respétalo. NO TENGAS MIEDO de abrirlo, de sentirlo, pues de él aprenderás el Sentido, lo sentirás. Disfruta del proceso, del tránsito. Date esa oportunidad de experimentar. Allánate el camino, retira las piedras, cualquier obstáculo. No desoigas a tu corazón, nútrelo con tu atención; tu compasión y comprensión se expandirán, te iluminarás más, y así, más feliz serás.

 

Disfrútalo, sí, disfruta de tu hermoso y dulce corazón en comunión con tu mente.

 

Adivínalo. ¿Dónde estás? ¿Desde dónde actúas? ¿Desde dónde surges? ¿Desde dónde aprietas? ¿Desde dónde te aquietas? ¿Lo  has pensado ya? ¿Lo has sentido ya? Amor, hermano, ¿a qué esperas para dilucidar? No te aprietes más, no te contraigas más, fluye libre y LIBRE serás. Fluye con la Vida, que eres TÚ en verdad. Se la vida siendo TÚ. Se.

 

No me dejes más, escúchame, atiéndeme, tengo mucho que contar, que enseñarte, que mostrarte, para que de Verdad SEAS. Comprende así mi querido Yo, que te necesito y tú me necesitas a mí.

 

Gracias mi querido amigo, mi querido hermano, mi querido Yo. Gracias.

 

TU CORAZÓN.

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