Siente tu cuerpo en movimiento, siéntelo, plenamente consciente, en perfecto y adecuado movimiento y ritmo. SIENTE, SIENTE, SIENTE y ¡¡¡fluye!!! Fluye con él en completa conexión, perfecta y serena conexión. Fluye hermano, en tu propia Luz. Transforma, muta, descubre, sana y renuévate, libre, completamente libre.
Escucha tu cuerpo, escucha el movimiento, el silencio, las sensaciones; ESCUCHA. En plena unión contigo mismo, con tu maravillosa alma.
Danza, para, aquiétate y vuelve a danzar, haz, haz aquello que sientas, EXPERIMENTA contigo mismo sintiéndote, sintiéndote completamente libre, adaptándote a ti y yendo más allá de ti mismo, de lo que te limita, de lo que ves, de lo que percibes. Escucha a tu Ser, a tu corazón y ve, ve más allá de tu dolor, de tu limitación, a tu ritmo, recuerda que tú, sólo tú, eres tu limitación, ni siquiera tu cuerpo, pues puedes transformarlo, moldearlo, aquietarlo o activarlo. Dale de beber, de comer, nútrele, límpiale, ilumínale y estarás iluminando, cuidando a tu Ser, a tu verdadero Ser. Se hermano de Luz. Cubierto, repleto estás de la dicha, descubre cómo brota de ti, te está esperando, está esperando a ser liberada, detectada y sentida. Sólo siéntela, sólo siéntele, a él, a tu Ser, a ella, a la Dicha.
Hermano valiente, Se.
TU CUERPO.
Escribir comentario