Acepta quien eres y quien no eres. Has de mirarte bien, bien profundo y descubrirte. ¿Aún crees que lo sabes todo de ti? ¿Sabes quién realmente eres?
En verdad eres indestructible, maravillosa esencia, sabia, eterna. Y no hay diferencias con el otro. No, no las hay. Esta es una parte profunda de la realidad que transitas, pero hay otra más superficial que manifiestas, ¿Te observas? ¿Te Ves? ¿Te paras a observarte bien? Esta es otra parte de la realidad que quizá no te guste ver o sí, de igual manera, te ayudará a comprender para poderte superar e impulsar, tú decides escaparte o no de la Verdad. Aceptar o no tu realidad.
Eres dualidad, luz y oscuridad, sombras y luces. ¡Sí! Y es necesario aceptar esta dualidad para transitar más feliz. ¡Sí!, se puede ser feliz integrando la oscuridad. ¿Cómo? Eligiendo. Elige ser Paz, tranquilidad, armonía. Elige adentrarte en tu interior, date la oportunidad de descubrir tu gran poder transformador, redescubre quien eres y siente la certeza de ese Sentido mayor que en verdad eres, Verdad absoluta.
Puedes mantenerte quieto o avanzar, tú siempre decides. Cree que puedes, créelo y podrás, siéntete poderoso, ser transformador y harás lo necesario para avanzar y evolucionar. Así, experimentando tu propio Yo, descubriéndote y redescubriéndote constantemente, pues no has de olvidar quién realmente eres. Recuerda: eres un ser espiritual viviendo una experiencia terrenal, que eligió vivir para aprender y trascender. Avanzar y avanzar.
¿Aceptas quién eres? ¿Quién eres en Verdad? ¿Aceptas quien crees que eres? ¿Quién sientes que eres? ¿Aceptas tu dualidad?
Actívate ya, profundamente y plantéate quién eres. ¿Quién soy? ¿Qué partes de mí acepto y cuáles no? ¿Por qué? ¿Por qué no? Hazte preguntas, que broten solas de tu interior, de tu corazón, él sabe por qué y para qué, qué necesitas entender y tiene todas las respuestas. Escúchale a él, te sabrá contestar sabiamente, te hará comprender, darte cuenta y te calmará o activará en tu camino, te aportará lo que necesites. Ahora sólo depende de ti aceptarlo o no.
Y tú preguntas, ¿Qué hay de la razón, de la lógica? Ella, la razón, la mente, está unida al corazón, se sirve de ella en conexión para aplicar su función, la de llevar a cabo, planificar y actuar. ¿Están en conexión tu mente y tu corazón? Encuentra el equilibrio ¿Cómo? Primero aceptando que no está en conexión, después, disponte al cambio, a la transformación para que se puedan dar los siguientes pasos. Será difícil si así lo cree tu mente en desconexión.
La armonía, el equilibrio, es el resultado natural por el que el cuerpo, la mente y el corazón se activan, se impulsan y avanzan. Sigue tu avance natural de reconexión escuchando en tu interior. Sí, a tu corazón. Avívalo, escúchalo. Pon atención. Observa. Obsérvate. Conócete. Plantéate. Pregúntate por qué y para qué.
¿Quieres avanzar más feliz, pleno y equilibrado? Cree en ti, confía en tu poder de observación, de transmutación y haz. Ponte en acción utilizando tus propias herramientas, pues la Verdad verdadera, ya es en ti. Sólo despierta a ella, atrévete a escucharte, escuchar a tu corazón y respetarte. Ámate y ponte a tu disposición.
Acepta quien eres. Quien eres y quien no eres. Dilucidar no es fácil o difícil, sólo ES.
Atrévete a Ser y Sé.
La Verdad.
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