Es tiempo de tiempos, de relojes consumidos, de aspavientos, de televisores rotos, sin servicio. De teléfonos vacíos y ascensores que no van a ninguna parte. Es tiempo de sacrificios, de malhechores, de enfermedades, de enfermos. Pero también es tiempo de los buenos, de los que también saben sin especular, de los que saben con el corazón, de esos que te dan la mano, incluso su corazón. De valientes, de entregados, de luces, de por qués y para qués, porque hay un sentido. Es tiempo de decidir que Sí, que sí se puede y que sí se debe, por ti, por ellos, por Todos. Es tiempo de transformar corazones, liberarlos del anclaje del odio y el temor para que vuelen libres, sin ese miedo anclado en el corazón.
Volemos libres, a salvo de todo, siendo desde el corazón. Motivémonos dándonos la mano y el corazón. Recordándonos que sí se puede, recordando quién realmente somos; seres de Luz en transición.
Amaos unos a otros como hermanos, pues hermanos en la Luz sois.
El AMOR, que no el Olvido.
Una nueva oportunidad eres, no te creas el otro lado más.
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