EL OTRO LADO

Os voy a compartir parte de mi experiencia, mis aprendizajes, parte de lo que he comprendido al estar en contacto con el otro lado, os voy a hablar de la densidad, de la Oscuridad y también de la Luz.

 

Cuando era pequeña sentía pánico, angustia descontrolada por este otro lado que sentía tan próximo a mí. Me aterraban las noches porque todos dormían y me quedaba sola, nadie podía defenderme, me sentía vulnerable en el silencio y la total oscuridad, indefensa. Pensaba en la facilidad que ellos tenían entonces para hacerme mal, para asustarme... Así pensaba yo... y no podía evitarlo. Aún recuerdo cuando me quedaba a oscuras llena de miedo, acurrucada en mi rincón de ignorancia e incomprensión. Cuando trataba de buscar ayuda porque ya no podía más, me armaba de valor y contaba hasta tres para destaparme, levantarme y llamar a mi hermana que dormía; sin sus ojos vigilantes no podía dormirme y descansar en Paz.

 

Tan sólo era una niña asustada, aterrada por lo que sabía, intuía... y también por lo que aún no comprendía.

 

En ese rincón de mi cama me zambullía entre las sábanas y la manta que me tapaban completamente, recuerdo que cuanto más pesaba la manta, más me calmaba, me servía de escudo, me hacía sentir un poquito más segura. Y así, con mi cabeza tapada y mi respiración entrecortada, en ese rincón de mi cama, esperaba dormirme a salvo, cuando rezaba y pedía ayuda al otro lado.

 

Yo sabía que podían visitarme en sueños para asustarme, para hacerme mal, ya lo habían hecho otras veces, me visitaban los demonios, se me aparecían para asustarme y se reían de mí. Otras veces, estoy convencida, me visitaban en el silencio para descontrolarme y nutrirse de mi miedo. En ciertas ocasiones, los vi.

 

Aún recuerdo con nitidez y emoción los momentos de pánico que vivía, el miedo paralizador, la contracción de mi ser, el sudor frío. Mi mente y el miedo, mi gran imaginación y mi ignorancia creaban monstruos horribles, escenas que trataba de rechazar pero que de nada servía, tan sólo alimentaba aún más mi miedo.

 

El desconocimiento nos hace débiles, vulnerables, también nos paraliza, como el miedo, nos confunde y nos equivoca. Ahora lo sé.

 

Sé que ellos son parte de la Vida, son lo que no vemos de ellos a primera vista, son más, mucho más de lo que vemos en nuestras pesadillas, de lo que imaginamos de ellos. Son esa Luz que no recuerdan, son el Amor que dejaron de sentir. Y es que están perdidos, muertos en ese otro lado aunque llenos de vida. Los he visto, escuchado y sentido, y he comprobado cómo pueden recordarse, cómo pueden volver a ser quienes eran, quienes verdaderamente son. Les he visto transformarse a través del Amor y la Comprensión. A través de la escucha paciente, del entendimiento porque sienten que te pones en su lugar, en su oscuridad y compartes su Luz. Les he visto de muchas formas, se expresan de muchas maneras pero la Paz les vuelve humanos de nuevo, se reconvierten para ascender a la Luz. De nuevo dudan y lloran, de nuevo echan de menos y sienten nostalgia. De nuevo sonríen y ríen emocionados. De nuevo piden perdón y buscan a sus seres queridos. De nuevo recuerdan.

 

Ellos no son tan malos, no lo son. Tan sólo están perdidos y también sienten miedo, dolor. Son nuestros hermanos en la Luz, y en las sombras. Pues no hay sombras sin Luz ni Luz sin sombras. Ellos también son tú, son yo, somos todos.

 

¿Has visto alguna vez sus sombras? ¿Sus ojos rojos? ¿Su oscuridad? ¿Los has visto tratando de asustarte? Son muchos sus disfraces... ¿los has visto reírse de ti? ¿Provocarte? ¿Lo han intentado contigo alguna vez? Conmigo sí y he comprobado que la mejor respuesta es la Paz, el Amor y la Comprensión. La empatía.

 

Ellos también son yo. Quién sabe si fui como ellos y otras almas me ayudaron a volver a mí, o no, no lo sé... lo que sí sé es que les acepto y me ofrezco con todo mi amor, mi Luz, mis brazos abiertos, mi abrazo consolador, la escucha con el corazón, les tiendo mi mano y les oriento, ahora que ya sé. Les hago ver y entender desde donde puedo, desde donde sé, desde donde soy, y crezco con ellos, junto a ellos. Me enseñan y me muestran su Luz y mi propia Luz. Me ayudan a potenciarla, hacen de mí una persona mejor, más completa aún, porque integro sus sombras que también son las mías. Me hacen comprender, emocionarme, llorar de tanto Amor. Me enseñan a perdonar lo inimaginable. ¿Has sentido el Amor y la absoluta Paz? ¿Sabes lo que es transformarse en un instante? ¿Sentirlo, verlo? ¿Verlo manifestarse? ¿Sabes lo bello que se siente ser puro Amor y ver cómo transforma todo a su alrededor?

 

Ellos me recuerdan el profundo Amor que soy y puedo llegar a ser. Ellos me hacen recordar quién verdaderamente soy y por ello, por todo ello, les estoy profundamente agradecida. A los que llegaron y se fueron, los que trascendieron y los que no. Los que ahora están y se marcharán porque elegirán la Luz o decidirán rechazarla. A todos ellos, ¡gracias!

 

Gracias por tanta bendición, porque veo cada día, cada vez, que puedo y que ellos también pueden, veo cómo se transforma todo alrededor y se llena de Amor, veo como trascienden y se elevan, se van a continuar su evolución. Veo entendiendo más, de ellos, del otro lado y de mi propio proceso y mis hermanos aquí en la Tierra, en este otro lado del velo.

 

Es un honor y una satisfacción poder cumplir con esta función que tanto nutre mi alma, mi Ser, porque me hace crecer y expandirme cada vez más. Soy Luz, como ellos. Somos Luz y oscuridad. Esta hermosa integración es la tregua tras la comprensión, tras llenarte de Amor y sentir la Paz.

 

La Paz es tu base, la tierra fértil. Riégala con mucho Amor y siembra comprensión. Ten paciencia. Recogerás consciencia, expansión. Elevación, trascendencia.

 

Si los ves o los escuchas, deja de temblar, tiéndeles la mano con todo tu Amor y desaparecerán, se marcharán o se transformarán. Te darán las gracias por tu Amor y te pedirán perdón cuando consigan recordar. Ayúdales a recordar quiénes verdaderamente son siendo tú quien realmente eres: AMOR.

 

No temas, no te espantes, no luches, da, da lo mejor de ti y verás al instante. Les descolocarás y es posible que traten de asustarte más para conseguir tu reacción, la que esperaban pero no te doblegues, sigue siendo Paz. Muéstrales profundo respeto y comprensión. No les juzgues. Tan sólo sé desde tu perfección. Descubrirás el mayor de los sentidos, yo lo he visto, lo he sentido.

 

Transformación tras la integración. Tras la comprensión y el perdón.

 

Están perdidos, densificados, se han olvidado. Otros no. Son muchas las posibilidades, las diferentes frecuencias vibratorias, muchos los por qués y los para qués. Son sus historias, las suyas, las nuestras, que se unen para ser UNA.

 

Sana, libera, evoluciona. Perdona.

 

Gracias seres de Luz por vuestra ayuda, por tanto Amor y Comprensión. Por vuestro profundo respeto y vuestra hermosa guía.

 

Gracias seres de la Oscuridad por mostrarme el otro lado de la Vida, la Muerte. Por ayudarme a reconocerme. Por potenciar mi propia Luz. Por enseñarme que sí se puede. Que en verdad sois Luz. Por enseñarme qué es el Amor y qué se siente. Por mostrarme manifestado el perdón y la gratitud. Por tanto Amor.

 

Gracias de corazón. Gracias por enseñarme, mostrarme y potenciarme.

 

La integración es la clave, la Unión. El Amor.

Escribir comentario

Comentarios: 0