Tú eres tu mejor guía, escucha a tu corazón. La Luz que te habita te guiará hacia la mejor solución. No te rindas, confía. Eres Luz en expansión. Experimentas a través de la No-Luz para crecer, para entender y continuar evolucionando.
No te hundas, te tienes a ti y a la inmensidad que hay dentro de ti, ni te imaginas cuál es tu poder. Transforma tu vida. Eres creatividad, inspiración, vida, sonrisas, puentes, diversión, amor, comprensión, compasión, libertad...También eres oscuridad, sombras, lágrimas, asfixia, ansiedad, tensión, miedo... Enfócate en aquello que desees manifestar en tu vida.
No te dejes dominar por la oscuridad, por el dolor, la rabia, el miedo, la confusión... Utilízala para hacerte más fuerte, para potenciar tu sabiduría, para conectarte más a tu eje, a tu centro, tu Ser, y así, conectado a la Vida, proyectarte de manera diferente.
No seas tan exigente, ni contigo ni con los demás. Sé flexible y observa con los ojos del Amor para no juzgarte o juzgar al otro, para liberarte de la crítica que opaca tu Luz. Ellos son tú, partes de ti, pues también son Luz experimentando igual que tú, aprendiendo, evolucionando. Respeta tu proceso y el de los demás. Ten paciencia.
No intentes la perfección, tú ya eres perfecto. Permítete equivocarte y permite la equivocación en los demás. Si lo experimentas, te está enseñando, recuerda. Ten fe en ti y en la Vida. Hay un sentido.
Date de la mano y sal a la superficie, respira hondo y vuelve a ti, a tu centro, a tu eje y empieza de nuevo. Aprende, hazte aún más fuerte y utiliza tu sabiduría para elegir mejor. Tú puedes. Tú sabes aunque creas que no, confía más en ti y da los pasos hacia un nuevo rumbo marcado por ti.
¿Cuáles son tus sueños? ¡Ve a por ellos! Ilusiónate, date a ti mismo la alegría que necesitas. Enfócate y ve a por ello. Recuerda dar lo mejor de ti para atraer lo mejor a ti; de corazón, no te engañes. En el dar encontrarás el recibir, pues el Amor lo es Todo.
Tú eres Amor o miedo, tú decides. Utiliza tu gran potencial para crear una vida nueva o transformar partes de ella. Reflexiona y conecta. Escúchate con atención. ¿Cuál es tu diálogo interior? ¿Qué te dices a ti mismo? ¿Cómo te tratas? ¿Qué necesitas cambiar o sanar dentro de ti?
Pide ayuda si lo necesitas. Abre tu corazón y déjate amar al ser escuchado y comprendido. Al ser ayudado de la forma que mejor sepan hacer los demás. Acepta que no estás sólo, que la soledad es una apariencia. Pon de tu parte y ponte en acción para cambiar lo que no te hace feliz. Di sí a la Vida. Enfócate en Vivir.
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