EL HURACÁN

Deja de prestar atención a lo que no te sirve, a aquello que te hace mal y te descoloca de tu eje central donde brilla tu sol particular. Deja de enfocarte en aquello que te tira, te empuja, te aprieta, te desorienta, en aquello que te hace reaccionar como un volcán, porque luego te quedas sin energía, te pierdes aún más y te desesperas.

 

Utilízate bien, todos los recursos que tienes, son más de los que imaginas. ¿Prefieres reaccionar descontrolada o mantenerte en Paz? Desde la Paz ves con claridad y encuentras el camino a tomar, puedes observar con perspectiva y elegir mejor.

 

Te desobedeces a ti misma cuando te repites una y otra vez que no lo volverás a hacer, descontrolarte, sin embargo, la rabia, la frustración, tu dolor, quizá ya la tristeza profunda y la desesperación, te empujan a perderte cada vez más, salir de tu eje se convierte en la costumbre, y sumergirte en más dolor aún te subyuga, te puede, te puede la emoción y te dejas llevar ante el agotamiento y el tumulto mental, la confusión.

 

Advierte bien que todo eso puede cambiar si te sabes enfocar y eliges bien. Si entrenas a tu mente en la Paz, y si entiendes el porqué de tu reacción. ¿Para qué crees que existen en ti emociones de baja vibración? Ellas no son tus enemigas, ellas te advierten y te indican que algo no va bien, que es necesario escucharte con profundidad y tomar acción.

 

Cuando estás cansado o cansada, es normal que no veas con claridad el camino a tomar, que la confusión te agote mentalmente aún más y te encuentres en un callejón sin salida. Date Paz para hallar, se puede, PUEDES. En medio del huracán puedes estar y desde ahí, esperar a que aminore y se detenga, con paciencia, dándote Amor. Imagínate dentro del huracán, no puedes hacer nada más que esperar a que aminore. Entra en tu Paz interior conectando con tu esencia. La sabiduría está en tu interior. Verás que cuando lo consigues, el huracán se disipa. Prueba, imagina cómo cierras los ojos en medio del huracán y cómo te calmas a ti misma, cómo te abrazas y CONFÍAS.

 

Sentirás cómo quizá al principio el sonido se eleva, oyes aún más el huracanado viento, percibes el aroma del miedo y puedes sentir cómo tu ropa y tu pelo se revuelven. No importa, mantente, verás que si te mantienes, el huracán simplemente se disipará. Y entonces tú abrirás los ojos con una gran sonrisa en tu rostro y llorarás de felicidad. Puedes abrir los ojos también cuando el huracán activo está, mirarlo si te sientes fuerte. Él sólo cumple su función de Ser huracán, tan sólo te muestra lo que no consigues ver de otra manera. No le tengas miedo al huracán, ni odio, pues estas energías lo avivarán. Mantente firme observando tu Paz interior, puedes visualizar tu sol particular. El gran Sol que brilla en tu corazón, ve hacia tu profundidad y descubre tu potencial, sintiendo tu belleza interna. Descubre la selva, el prado o el gran bosque que albergas, ¿qué paisaje puedes ver que es tu corazón? Ve y contempla, disfrútate y descúbrete alegre, alerta, vital y perfecta. Eres belleza.

 

Confía en que entenderás, en que todo se aclarará, y recuerda que tu Paz es tu mayor prioridad. Desde ella todo es posible.

 

Un abrazo desde la Paz.

 

Tus guías.

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