MENSAJES DE MIS GUÍAS

 

Querida Susana, lo estás haciendo muy bien. Sigue así (me sonríen el arcángel Uriel, Ariel, Gabriel, Miguel y Rafael)

 

No está demás que contemples a tu ser como una gran rama que se dobla ante el viento, que flexible es. Dóblate, doblégate ante las circunstancias, es decir, ríndete a ellas aceptándolas para que la no resistencia te ayude a transformarlas. Has de saber que puedes con ellas, no contra ellas. No te resistas más, deja de luchar, de darle vueltas. ¿Te das cuenta de cuánta Paz has generado últimamente enfocándote en lo que te hace bien? En la dulzura, en cuidarte, mimarte, en la sonrisa, en el Amor. Cuando te centras en tu presente todo va bien, porque las heridas del pasado te hieren una y otra vez, la herida se va haciendo más grande. Ocúpate de mirar bien tu herida y cuidarla bien, para que se sane. Has de ver cada relieve, desde cada perspectiva tu herida para que la entiendas bien y saber cómo curarla, de qué manera tratarla, tratarte a ti. Sólo así lo harás bien y desaparecerá cuando esté sanada. Sólo así, nuestra querida niña.

 

Estás cansada y agotada del dolor que te causan tus heridas, es normal. Para descansar, obsérvalas y observa tu dolor, no te resistas. La herida y el dolor cumplen su función. Para aprender de ellas has de ACEPTAR, aprender a soltar. Soltar lo que no te sirve ya y perdonar. Perdonarte a ti en primer lugar por no haberte amado lo suficiente y no haber sabido cuidarte mejor. Estás aprendiendo, has de tratarte con compasión y con comprensión. De eso se trata el Amor, ya lo sabes.

 

Así que, si te das cuenta, vosotros siempre sois el punto de partida. Recordar que lo que veis es tan sólo un reflejo de lo que sois, de lo que ya hay en ti. Aquello que tanto juzgas, aplícatelo a ti también y pregúntate en qué medida lo practicas o lo ejerces sobre ti. Sois espejo.

 

Recuerda bien que sois Luz también, las sombras, el reflejo de lo que no conseguís ver bien, haz que la claridad sea en ti mirando a través del Amor. Porque lo que el otro necesita, al igual que tú, es el cobijo y el consuelo del Amor, del abrazo verdadero, de los ojos que le observen sin juicio, con compasión, apertura y respeto, de los brazos y  las manos que se abren sin pedir nada a cambio. Porque en todos vosotros existe el dolor, porque todos sufrís en alguna medida, y no hay distinción, pues el dolor es dolor. Sufrir es sufrir. Mira al otro desde esta perspectiva y ámalo por encima de todo, perdónalo y perdónate a ti. Aprendiendo estáis todos.

 

Eres Amor, sois belleza, sois una unidad perfecta, aunque no lo creáis así, hay sentido tras todo los que vivís.

 

Amado ser, envuélvete de tu presencia y cobíjate en ti, ámate profundamente y regenérate. Sal de tu abrazo cuando estés lista y vuelve al mundo para dar lo que aprendiste. Suéltate y sé tú misma.

 

Comparte este mensaje y alivia así también tus heridas.

 

Eres alumna y maestra a su vez, todos lo sois.

 

Alíviate pluma, arpa y trampolín, puente de mundos. El cielo es tuyo.

 

Gracias por compartir y servir. Gracias por abrirte al mundo. No temas al qué dirán, tan sólo sé tú misma en libertad.

 

Con Amor, tus guías de Luz en la Luz.

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