Estoy contigo, muy dispuesto para ofrecerte mi Luz, mi abrazo, mi consuelo. Para que no te ahogues más y puedas dejar así de luchar mientras te estás hundiendo. Mejor, suelta el control y la tensión, y respira grácilmente, con relajación. Verás cómo flotas mejor.
Relájate y toma así el verdadero control. Haz tu magia. Vuelve a ti otra vez, lo puedes conseguir, eres dueña de ti.
Eres reina, no ya princesa. Vuelve a resurgir y reina.
Te lo mereces, y es posible, aquello que sueñas. Lo es. Créete.
Paciencia para lograr, para recoger la cosecha, también para sembrar. Siembra Paz y recogerás Paz. Siembra Amor y eso mismo obtendrás. Se obtiene lo que se cosecha. Con tu intención determinas tu realidad. Determina lo que quieres primero, haz una lista. ¿Qué quieres en tu vida? ¿Qué no? ¿Sabes lo que quieres? ¿Qué es lo que te da alegría? ¿Cómo te das Amor a ti misma?
Redescúbrete, una y otra vez. Porque te irás de este mundo sin conocerte, sin saber quién eres, si no vas hacia ti. ¿Qué quieres? Ve hacia ti y encuentra las respuestas. Escúchate. Párate y escribe la lista que te ayudará a decidir y a darte cuenta de hasta qué punto te quieres y respetas, de lo que quieres cambiar en tu vida. Da ese primer paso, un acto de Amor escucharte, ¿no crees? ¿A qué esperas?
Tu conversación interior es más fluida, rápida y superflua. Te aporta menos información que la escrita. Prueba y deja reflejado en el papel para releer después y darte más cuenta.
¿Qué práctica utilizas para conocerte bien? ¿Hablas contigo misma? ¿Te preguntas? ¿Profundizas en ti? ¿De qué manera? Profundiza y no temas, ámate de verdad y date la atención que te mereces. ¿Lo vas a hacer? ¿Por qué no?
Encuentra y da un paso más para hacerte más libre, para sentirte más tú.
Contigo siempre,
Tus guías en la Luz y Jesús.
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