El haz de Luz eres tú, es él o ella a través de ti, porque te refleja, porque la vida te habla a través de ellos, de las circunstancias, de cuanto vives. Todos sois uno, sois uno con el Todo. Y así, te puedes advertir a ti mismo, andando, caminando pasivamente o activamente en tu vida. Según tú decidas. ¿Quieres ver? ¿Quieres entender? Analiza tu vida y siente, mira más allá. Cambia la perspectiva para probar otra realidad, quizá sea esa la que necesites para avanzar, darte cuenta y evolucionar.
¿Estás despierto? ¿Estás despierta? ¿Qué significa para ti? Todos os estáis despertando, todos, unos más que otros. Depende de vosotros, de lo que elegís.
Cuida bien de ti y de los otros. Halla tu camino, el de verdad, porque, aunque todos son Verdad, hay uno más luminoso. ¿Qué te aporta calma y amor? ¿Cuál crees que es la solución?
No luches más, tampoco te resignes. Puedes aceptar y después transformar. Tú decides. Eres creador de tu realidad.
Que el miedo te estruje los sentidos, o te aparte de tu Luz, no es motivo para abandonarte. Más bien es una oportunidad para crecerte y respetarte, honrarte. Tú puedes y sabes en realidad, de lo contrario, no hubiera ocurrido, pues todo tiene un sentido, aunque creas que no.
No te enfades contigo mismo ni con los demás, comprende y acepta desde otra perspectiva para que puedas avanzar sin sufrimiento; la espiritual, la que te permite ver más allá. ¿Cuál es el sentido que tú le das a eso que ha ocurrido?
Calma, lo entenderás. Si no te enfadas, si el miedo te deja de paralizar y avanzas, más en paz, más liviano de cargas, de inseguridad, de creer que no eres suficientemente válido, de que podrías hacerlo mucho mejor. Deja los juicios a un lado y concéntrate en tu propia Luz.
Eres un ser maravilloso de Luz.
Tus guías.
Escribir comentario