NO CEDAS TU PODER

Preciosa Luz, enorme es tu fuerza, inmenso tu poder.

 

La grandeza está dentro de ti, también fuera. Aprende a verla.

 

Si te pierdes cediendo tu poder, vuelve a ti, las veces que necesites. Entrénate en volver a ti hasta que consigas creer plenamente en tu fuerza, en tu poder. Hasta que te des cuenta por fin, de quién eres.

 

Valórate. Si cedes tu poder es porque no crees en ti, porque no pones límites, porque no te valoras lo suficiente. Te haces pequeño, te crees menos; pequeñito es entonces tu poder. Haz que crezca. Reconócete.

 

Respira hondo e ilumínate, ilumina tu corazón. Éste brillará con fuerza cuando decidas creer en ti y verte igual que al resto. Tú no eres menos, mejor o peor. Todos sois perfectos en vuestra idiosincrasia.

 

Albergas un gran poder, un poder ilimitado. Mírate por dentro, busca tus riquezas, tus dones y talentos. Descúbrete. Poténciate y sé tú mismo.

 

Hazte consciente de tu valía y ocúpate de ti. Eres mucho más fuerte de lo que imaginas. Rescátate y cúrate. Sana tus heridas y avanza.

 

No te oscurezcas más y tampoco permitas que los demás lo hagan, pon límites. Ellos están ahí para enseñarte lo que no ves. Eres tú quien lo permite. Te mostrarán, hasta que consigas hallar tu verdad y creértela. Ten la certeza de que eres un ser ilimitado, lleno de posibilidades infinitas. Crea tu realidad. Tú decides qué pensar, qué hacer, qué creer. Si utilizar o no tu gran poder.

 

Admírate y ama profundamente aquello que deseas cambiar para que se pueda transformar.

 

Juega y diviértete, sonríe más. Que tu eje sea la Alegría, el Amor y la Paz.

 

 

Recuerda: Te oscureces cuando te olvidas de quién eres en verdad. Cuando cedes tu poder a los demás. Empodérate y manifiéstate. Nada te puede parar si tú no lo permites.

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