Conócete. Si no te conoces, realmente no puedes hacerte feliz. ¿Esperas que la felicidad venga de fuera? ¿De otro u otros? ¿De las circunstancias? Así cedes tu poder, tu energía, te debilitas y te conviertes en un blanco fácil para la insatisfacción, el dolor, la frustración, la rabia, la tristeza…
Conéctate a ti para encontrarte, atenderte, escucharte. ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué es lo que más te gusta hacer? ¿Qué te hace feliz? ¿Cuáles son tus sueños? Pregúntate, ve adentro de ti y conócete bien para poder ser feliz.
¿Cuáles son tus sombras? ¿Tus heridas emocionales? ¿Los patrones que se te repiten una y otra vez dentro y fuera de ti? ¿Cuáles? Si no conoces bien tus sombras, aquello que rechazas de ti, que apartas con asco, con ira, aquello que no aceptas de ti y quieres olvidar, como si no existiera, precisamente, a esas partes de ti es a las que más tienes que Amar. ¿Cómo? Viéndolas, aceptando que están ahí, comprendiendo por qué y para qué están, atendiendo tus heridas no sanadas, tus cicatrices mal cicatrizadas.
Cada parte de ti que esté en la sombra, necesita ser hallada, atendida y sanada. ¿Te da pereza? ¿Crees que no es necesario? ¿Qué te va bien como estás? ¿Qué puedes aguantar? ¿Ser feliz olvidando esas partes de ti? Cuanto más las rechaces, más gritarán, y encontrarán la forma de ser escuchadas y liberadas, para ser atendidas por ti. Son muchas las formas en que tus sombras pueden mostrarse ante ti.
No puedes huir de ti, de tu dolor, de tu rabia, de tu tristeza… Ocúpate de ti. Y focaliza todas tus fuerzas en amarte. Aprende a amarte de verdad.
Conócete bien para poder avanzar y ser más feliz. Para que entiendas y des sentido a todo cuanto acontece en tu vida, reflejo de ti. Porque lo que es dentro, es fuera.
Recuerda, conócete bien para ser feliz.
Los guías.
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