En la relación con el otro te descubres a ti misma, quien realmente eres.
Sé amorosa contigo y no cedas tu poder al otro. Mantente en equilibrio en ti, sabiendo que lo que el otro te muestra es perfecto para ti.
Pregúntate siempre: ¿Qué haría el Amor ante esta situación?, y hazlo, aunque te cueste.
No te preguntes qué no te da, pregúntate qué no te das.
No te preguntes por qué te hace tal cosa, pregúntate en qué grado te lo haces a ti.
Entiende al otro como un reflejo de ti.
Y recuerda, lo que le haces al otro te lo haces a ti, y lo que te haces a ti se lo haces al otro. Sois uno.
Aprende a amarte a ti, para saber amar al otro.
Al amarte y procurarte el mayor bien, también se lo procuras al otro.
Acepta tus emociones y trata de comprenderlas, no huyas de ellas. Aprende a gestionar tu dolor. Si no lo haces, volverán con más fuerza hasta que les prestes atención. Ellas te muestran dónde está el “problema”, son indicadores para aprender a darte Amor.
Todo “problema” es una oportunidad para crecer. Crece en Paz y Amor.
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