Meditar durante el periodo de gestación aporta múltiples beneficios a la madre y al bebé. Se generan cambios profundos a nivel mental,
emocional, físico, energético y espiritual.
El bebé percibe y siente todo lo que la madre experimenta, por ello es tan importante hacerse consciente de esto en primer lugar y desde ahí
ayudarse de herramientas que nos permitan sentir calma, paz, bienestar, alegría… que faciliten una adecuada relación con uno mismo y el entorno para potenciar un óptimo desarrollo del bebé.
Beneficios:
- Potenciar el vínculo afectivo conectando profundamente con el bebé.
- Favorecer un apego seguro.
- Reducir el riesgo de la depresión post-parto.
- El sistema nervioso del bebé se desarrolla mejor y mejora el sistema inmunológico.
- Favorece la liberación de hormonas de la relajación, el bienestar y el apego: oxitocina, serotonina y endorfinas.
- Disminuye la liberación de hormonas del miedo y el estrés: adrenalina y cortisol. Se reduce el miedo al momento del nacimiento, la ansiedad y mejora la calidad del sueño.
- Aprendizaje de la respiración diafragmática que ayudará en el proceso de dar a luz, y durante la gestación, aporta una mejor oxigenación al bebé.
- Estabiliza el ritmo cardíaco y los niveles de la presión arterial.
- Mejora la concentración, la claridad mental y por tanto, una mejor toma de decisiones.
- Transformación de creencias limitantes que producen miedo por creencias empoderadoras que producen seguridad, calma y confianza.
- Generación de pensamientos y emociones positivas. Favorece la buena gestión de las emociones y previene estados negativos mentales y emocionales.
- Se generan estados de paz interior y alegría que beneficia a la pareja y al bebé.
- Favorece la escucha interna.
- Aporta equilibrio interno y externo.
- Sentimiento de apoyo, consuelo y seguridad.